Cuando la organización se convierte en un obstáculo, es hora de cambiar. RenoEco, empresa de reformas en el sector de la construcción, lo entendió perfectamente: gestionar 14 técnicos sin una herramienta adecuada es como jugar al Tetris con guantes de boxeo.
En RenoEco, los comienzos no eran precisamente lo que se llamaría “conectados”.
Este funcionamiento al límite mostró sus límites el día que... simplemente se olvidó una obra. El responsable pensaba que un técnico se encargaba, el técnico esperaba instrucciones. Resultado: un cliente furioso y un equipo desestabilizado. No hizo falta más para cuestionar la organización.
Tras comparar varias soluciones, RenoEco eligió Cadulis por dos razones principales:
En dos semanas, todo estaba listo: configuración, prueba en dos obras piloto y luego despliegue total. Sin complicaciones, pero con un verdadero acompañamiento: hotline, coaching para el jefe de obra y, sobre todo... un taller en terreno, para ajustarse lo máximo posible a la realidad cotidiana.
Si bien el equipo estaba en general motivado para estructurar su actividad, hubo que adaptarse a un nuevo hábito: llevar el smartphone en la obra. Hablamos de una herramienta de trabajo, no de un accesorio de TikTok. Y acordarse de cerrar el día con un informe aún no es un reflejo automático.
Pero con el tiempo, todos vieron los beneficios. Y el cambio se produjo... casi de forma natural.
Con Cadulis, los técnicos reportan diariamente información esencial:
Se implementaron dos tipos de informes:
Antes de Cadulis, era imposible encontrar una información de hace más de una semana. Ahora, todo está trazado, con sello horario y almacenado. Si un cliente no responde tras la recepción, el expediente se cierra.
Menos de un mes después del despliegue, las primeras cifras hablan por sí solas:
¿Y lo mejor de todo? Los técnicos no cambiaron mucho sus hábitos. Simplemente cierran su jornada a través de la aplicación móvil. Y todo lo demás se activa como por arte de magia... o casi.
En un proyecto de reformas, la coordinación entre fontaneros, electricistas y pintores a veces roza la alquimia. Con una mejor visibilidad sobre el avance de cada especialidad, RenoEco puede encadenar las intervenciones sin bloqueos.
Menos llamadas, más anticipación. Y cero carreras contrarreloj.
Antes, la facturación era una prueba de triatlón administrativo. Hoy, los informes desencadenan automáticamente la generación de la factura. Sin olvidos, sin demoras. El dinero entra. La gestión respira.
El informe de fin de obra ofrece una visión clara del trabajo realizado. Y el cliente ya no necesita volver a preguntar “¿qué pasó la semana pasada?”. Todo está documentado, ilustrado y validado.
“Nuestro jefe de obra ya no pasaba su tiempo al teléfono. En cuanto la obra termina, tenemos el informe, las fotos, los comentarios del técnico y la firma del cliente. Es limpio, documentado y ganamos muchísimo tiempo en la facturación.” — Sophie L., Responsable de operaciones, RenoEco
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